La vida marciana es la vida mejor 

Apuntes sobre Life in Mars, de David Delgado Ruiz

La fotografía, por su estrecho vínculo con lo real , ha cimentado la verosimilitud de innumerables relatos a lo largo de la historia. Desde las primeras capturas decimonónicas hasta las imágenes que hoy saturan los flujos digitales, se ha considerado a la fotografía un testigo fidedigno de aquello que se presenta ante la lente. Esta cualidad alcanza su máxima expresión en el reportaje y el fotoperiodismo, cuya finalidad es registrar el acontecimiento en toda la plenitud de su desarrollo.

La aceptación generalizada de la imagen como promesa de contacto directo con lo real ha llevado incluso a considerar las tomas de baja resolución —provenientes de videocámaras domésticas o sistemas de vigilancia— como una forma privilegiada de certeza. Uno de los ejes de investigación de David Delgado Ruiz (Madrid, 1975) consiste en cuestionar el estatuto de veracidad de la fotografía, interpelando a un ojo contemporáneo que, convertido en pasivo, digiere con voraz inmediatez cualquier dato visual que recibe.

A lo largo de diversas series, ha examinado con lucidez cómo, en esta fase de hiperproducción visual, la fotografía ha dejado de funcionar como mero vestigio del pasado en el presente, sobre todo porque, con la irrupción de las nuevas tecnologías, una imagen puede llegar a existir sin siquiera haber entrado en contacto con la realidad.

De este cuestionamiento nace Life on Mars, en la que Delgado Ruiz articula dos líneas de trabajo complementarias. Por un lado, retoma la tradición del montaje vanguardista a través de la yuxtaposición de fragmentos fotográficos, en los que confluyen elementos distantes en espacio y tiempo.

Por otro, aborda el complejo interrogante estético de la creación aplicada a los recursos de la inteligencia artificial: ¿puede un algoritmo, limitado por sus datos y reglas internas, sorprendernos con algo nuevo? Como ha señalado Juan Martín Prada, lo que obtenemos de los modelos de redes neuronales en IA es esencialmente una reelaboración más o menos aleatoria de las características presentes en el conjunto de imágenes fotográficas que conformaron el dataset de entrenamiento.

Este sometimiento a lo dado no representa un límite para la poética de Delgado Ruiz, cuyo interés radica, precisamente, en trabajar con datos preexistentes para configurar un universo intermedio entre lo conocido y lo insólito, donde lo imaginario se mezcla con lo real para generar una “rasgadura”, en la acepción de Gérard Lanne sobre las taxonomías de lo fantástico .

“La fotografía se distingue radicalmente de otros sistemas de signos, tanto verbales como visuales. Por su condición tecnológica básica – se plasman rayos de luz que pasan por un lente u objetivo sobre un material fotosensible (placa o película) o un sensor digital – este signo guarda una relación de contigüidad física – y metonímica – con el objeto, ya que la presencia de este condiciona su representación como imagen”.

Gustafsson, J. (2018). La imagen, lo real y lo ficcional: Fotografía y narrativa (reflexiones teóricas). Diálogos Latinoamericanos, 27, 127–139. 2 Du Sautoy, M. (2020). Programados para crear (p. 364). Barcelona: Acantilado. 3 Prada, J. M. (2023). Teoría del arte y cultura digital (p. 78). Madrid: Akal. 4 Lanne, G. (1974). El cine fantástico y sus mitologías (p. 27). Madrid: Anagrama.

En sus fotocollages, Delgado Ruiz recrea espacios y situaciones que, a primera vista, resultan casi idénticos a los de la vida cotidiana: áreas industriales, parajes naturales, playas concurridas o autopistas que se extienden hasta el horizonte. En las composiciones más sutiles, solo la extraña morfología de una luna —convertida en un planeta azul— delata que estamos ante un escenario inesperadamente distante, donde incluso Google Maps deja de ser un referente cartográfico.

En las imágenes generadas por inteligencia artificial, los algoritmos y los datos dan forma a paisajes marcianos que destilan el imaginario canónico de la exploración espacial y la ciencia ficción —bases de lanzamiento, astronautas, alunizajes, colonias autosuficientes—. Para lograr estas composiciones, Delgado Ruiz entrelaza material de archivo de la NASA, intervenido digitalmente, con escenas creadas ex nihilo mediante indicaciones textuales (prompts) en DALL·E.

Este interés de Delgado Ruiz por la creación a través de la IA es un paso lógico en su proyecto de replantear los conceptos tradicionales de autoría y autenticidad. Ahora, difumina también la frontera entre producción amateur y práctica profesional, invitándonos a reconsiderar el prestigio de “la mirada del artista” frente a la perfección algorítmica —al alcance de cualquier usuario—. Pero, sobre todo, utiliza la IA para reivindicar la necesidad, ahora más que nunca, de un ojo atento: las imágenes generadas por IA emergen bajo una ultrapulcritud digital —esa superficie lisa e impecable que Byung-Chul Han asocia al imperio del “me gusta”—, capaz de hacer verosímil cualquier relato.

Sin embargo, tras ese brillo satinado surgen fallos mínimos —desproporciones, reflejos incoherentes o sombras imposibles— que delatan los límites del sistema. Lejos de simples errores, tal vez sean semillas de un horizonte creativo inexplorado, un territorio donde las posibilidades de la imagen se expanden hacia lo verdaderamente inimaginable. Una nueva normalidad marciana

La historia que nos cuenta Life in Mars responde a una amplia narrativa que abarca desde los malinterpretados canali descritos por Giovanni Schiaparelli6 en 1877, pasando por la visión de tierras cultivables en Marte (1896) de Percival Lowell, las entrañables historias de Crónicas marcianas (1950) de Ray Bradbury, hasta llegar a las múltiples representaciones audiovisuales que han configurado nuestra imaginación sobre la vida en el planeta rojo.

Sin embargo, la posibilidad de una vida humana en Marte no puede ser reducida a un fetiche fantástico. Aunque los resultados de las sondas Viking de la NASA en la década de 1970 confirmaron lo que muchos sospechaban (un Marte extremadamente frío, casi sin atmósfera y desprovisto de señales de vida), persiste hoy el deseo de establecer colonias propias en la Luna y, posteriormente, en Marte, con la idea de sentar las bases

Han, B.-C. (2015). La salvación de lo bello. Barcelona: Herder. 

El astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli realizó observaciones detalladas de Marte y describió ciertas líneas en la superficie que denominó canali, una palabra italiana que puede traducirse como “cauces naturales.” Sin embargo, una traducción errónea alentó la idea de que Marte podría albergar una civilización inteligente capaz de excavar y mantener esos presuntos “canales” Tal suposición incrementó notablemente el interés público y científico por el planeta, e influyó en la literatura y en la cultura popular de la época, originando numerosas historias y especulaciones sobre vida marciana. de una nueva y prometedora economía.

Todo ello se encuentra aún en fase de investigación y planificación , pero ya existen organizaciones que trabajan en tecnologías que, con el tiempo, podrían facilitar la instalación de colonias humanas. De hecho, mientras escribo estas reflexiones, en la Semana Santa de 2025, se solapan varias noticias que tornan inquietantemente reales las hipótesis de vida de Marte y en otros planetas . No obstante, para Delgado Ruiz, las fuentes de su obra no proceden de las pretensiones de la NASA o de SpaceX, ni tampoco de las últimas sorpresas de la ciencia, sino del cine, la televisión, el cómic, las series, la publicidad o los videojuegos: esos “codificadores de realidad” —como los denominó Christian Ferrer— que han forjado nuestro modo de imaginar la vida más allá de la Tierra. En ese archivo colectivo, el artista subvierte nuestras expectativas: en lugar de lo llamativo y exótico (aliens, platillos volantes o complejas máquinas de colonización), le interesan los cielos surcados por cuerpos celestes y los fenómenos atmosféricos ajenos a la mirada terrícola.

El resultado es una cotidianidad transmutada, regida por una “nueva normalidad marciana” que redefine lo familiar sin necesidad de caer en esa mezcla perturbadora de lo íntimo y lo extraño que Freud identificó como lo siniestro. En su estudio sobre los orígenes del arte fantástico, el poeta y crítico de arte Edward Lucie-Smith subrayó que no basta con analizar las obras de forma aislada, sino que resulta fundamental situarlas en su contexto histórico y en el entorno en el que surgieron11. Si aplicamos esta reflexión a Life in Mars, es imprescindible señalar que la serie nace en 2020, en plena fase de confinamiento durante las primeras olas de la pandemia de COVID19, cuando nuestro entorno se transformó en un vasto escenario de aislamiento y distanciamiento forzado. Aquel experimento global de “nueva normalidad” —edificado a través de la redefinición de lo íntimo, los aumentos de los sistemas de control y la puesta en cuestión de nuestras rutinas más básicas— agudizó la necesidad de imaginar otros mundos.

En este contexto, la “nueva normalidad marciana” que propone Delgado Ruiz trasciende el mero ejercicio de fantasía para erigirse en un espejo crítico de un escenario social marcado por el ocaso de la utopía del progreso, el desgaste de las 7 Los plazos más optimistas hablan de las décadas de 2030–2040 para las primeras misiones con tripulación, y de mediados de siglo para los primeros asentamientos —siempre y cuando se superen enormes retos técnicos, logísticos, sanitarios (radiación, baja gravedad) y, por supuesto, presupuestarios.

Nieves, J. M. (2025, 17 de abril). La NASA encuentra el CO₂ ‘perdido’ de Marte y dispara las posibilidades de encontrar vida. ABC. https://www.abc.es/ciencia/curiosity-encuentra-co2-perdido-marte-dispara-posibilidades-20250417150514- nt.html

AFP. (2025, 17 de abril). Astrónomos detectan los indicios de vida fuera de la Tierra más prometedores hasta la fecha. ABC. https://www.abc.es/ciencia/astronomos-detectan-indicios-vida-tierra-prometedores-fecha-20250417022517- nt.html 

Ferrer, C. (2000). Mal de ojo: Crítica de la violencia técnica. Barcelona: Octaedro. LucieSmith, E. (1975). The waking dream: Fantasy and the surreal in graphic art, 1450–1900 (p. 7). London: Thames and Hudson. ideologías políticas y el declive medioambiental.

El artista recurre a la ciencia ficción como plataforma para repensar la subjetividad contemporánea y canalizar la compleja mezcla de deseos y temores que atraviesan nuestro presente. A través del extrañamiento, plantea un futuro posible cuya inquietante cercanía con nuestro presente cuestiona la lógica dominante: una globalización turbocapitalista que impone un ritmo frenético de innovación tecnológica vendido como inevitable. Life in Mars no pretende predecir el futuro, sino presentir el presente en toda su intensidad.

Carlos Delgado Mayordomo, Comisario de la exposición.